Survivor.

enero 30, 2023

Hace unas semanas la serie televisiva Survivor culminó su temporada 43 sorprendiéndonos a todos los que gustamos de dicha serie.¿La razón? Mr. Mike Gabler, el competidor que menos pensábamos que ganaría, obtuvo el primer lugar.

Survivor es un reality en el que un grupo de participantes son abandonados en un lugar remoto durante 39 días con el fin de ganar un millón de dólares si logran superar pruebas para obtener diferentes recompensas. Una de esas recompensas son los llamados «ídolos.» Para evitar ser eliminados -además de soportar las inclemencias del tiempo y el hambre-, los participantes han de tratar de formar alianzas para lograr su objetivo.

Aunque muchas veces esas alianzas son solo medios para alcanzar un fin todavía tienen el potencial de desatar una espiral de traiciones que les pueden costar, a la larga, ganar el tan codiciado premio. En lo personal, la parte que más disfruto es cuando por fin se pueden bañar y comer bien. Yo no me he perdido ninguna temporada y disfruto viendo la serie con uno de mis hijos.

En Isaías 7 y 8 la escritura nos habla de un rey al que se le prohibió hacer alianzas con los pueblos vecinos.

Para responder adecuadamente a las amenazas de guerra de Siria, el rey Acaz solicitó ayuda e hizo alianzas con el monarca asirio Tiglat-pileser III a quien además le envió los tesoros de su palacio y del templo. Esto trajo consecuencias políticas para el Reino de Sur pues Judá quedó sometida a Asiria. El reino de Judá se convirtió en vasallo de Imperio asirio. Los asirios vinieron, pero no les ayudaron, puesto que se proclamaron gobernantes de Judá y le robaron a Acaz todo lo que tenía e impusieron pesados impuestos en la tierra. Finalmente Acaz murió dejando a un pueblo que adoraba ídolos, bajo el dominio del rey de Asiria.

Antes de que el rey Acaz tomara la decisión de hacer esas alianzas, Dios había mandado al profeta Isaías para advertirle que no debía hacer ningún trato político. Y le advirtió que, si no confiaba en Dios, la humillación y la calamidad tocarían a su puerta. No podrían cultivar, su ganado moriría de hambre por lo cual su tierra seria cubierta por moscas a causa de la mortandad y el desastre. Serían invadidos por extraños como prueba final del juicio de Dios sobre ellos.

Pero es dentro de este dramático cuadro en el que de repente surge la promesa de un niño llamado Emanuel (7:14-15) que nacerá de una virgen y que comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Isaías deja ver que su nacimiento e infancia no serían normales y que llegaría en tiempo en el que Emanuel tendría el conocimiento necesario para escoger lo bueno y rechazar lo malo en referencia a Génesis 2 cuando nuestros primeros padres tuvieron que decidir entre el bien y el mal. Vendría el día en el que no habría limitaciones para su alimento porque sabría escoger lo mejor.

Escoger lo mejor es obedecer y confiar en Dios en medio del conflicto, de la escasez y de la amenaza. Es escuchar a Dios diciendo «Yo estoy contigo» y creerle; para evitar tratar de hacer alianzas con el enemigo, para no anteponer ídolos, para evitar arreglar por nuestros propios medios y fuerzas la situación. Cada día tenemos la oportunidad de decidir no entre lo que nos conviene, sino entre lo que agrada o no a Dios. Recordemos que tenemos una promesa de sobrevivir a este mundo si estamos tomados de la mano del Señor.

«En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo»

Juan 16:33

¡Gracias, Prófuga de la Cocina!

diciembre 22, 2022

Ha pasado 1 año y 8 meses desde mi última entrega en este espacio, y 13 años desde que iniciamos esta preciosa relación. No me había detenido ningún año hasta que llegó el terrible 2020 y la pandemia.

Te pido perdón, mi amada Prófuga de la Cocina. En mi defensa te diré que no fue por haber sufrido contagio alguno; o al menos si me contagié, la prueba médica no me lo pudo asegurar. Lo que realmente pasó fue que mientras que la mayoría de las amas de casa que conozco disfrutaban desinfectando su casa y tirando a la basura todo el reguero acumulado de años…yo iniciaba mis estudios de maestría. ¿Maestría? ¿a esta edad? Pues si. Porque una verdadera prófuga de la cocina se ha de interesar en temas de alto nivel que subrayan al mundo en que vivimos.

Durante estos dos años te extrañé y hoy, al casi finalizar el año 2022, te agradezco. Te agradezco porque con tus ocurrencias me hiciste asomarme de una manera no común a la Escritura y con ello, despertaste en mí una sed para que la voluntad de Dios se cumpliera de manera perfecta en mi vida. Es verdad lo que enseña la Palabra de Dios cuando nos dice que, si queremos que Dios nos hable, y estamos en serio, Él nos habla.

Además de los conocimientos que pude adquirir en los estudios, hubo algunas lecciones que aprendí de mí y de mis semejantes en medio del sufrimiento que produjo la pandemia. Uno de ellos fue el palpar lo malagradecidos que hemos sido los seres humanos con Dios por habernos librado de la muerte y a nuestros hijos del desamparo. Y que nada, ni nadie, por muy amado que sea, debería de robarnos el deseo de hacer lo que Dios nos ha mandado, así como el deseo de acudir a la casa del Señor para dar gracias infinitas a Dios por enviar a su Hijo Jesucristo a morir por nuestros pecados y por su continuo cuidado.

Hoy, con la libertad que da la originalidad y después de trece años, he plantado una iglesia y pastoreado dos congregaciones. He recibido las órdenes al presbiterio confirmando el llamamiento que Dios me hiciera cuando era yo apenas una niña. He terminado mis estudios superiores y estoy lista para lo que venga. Como solemos decir, «Dios nos llama, nosotros nos preparamos y la iglesia confirma.»Por todo, le doy gracias a Dios. Por la salud, por las fuerzas en medio de la dificultad y por mi familia. Por permitirme cumplir un año más. Por los que están, y por los que ya no están como mi querida prima Lidia y mis padres que inspiraron este blog. Es precisamente de un escrito de mi madre de quien quiero finalizar este reencuentro y de este modo, expresar mi agradecimiento con la promesa de compartir nuevas aventuras tomados de la mano de quien ya tiene previsto el menú que habremos de degustar en gloria y en Su mesa.

Para Meditar.

Por Raquel Garcia de Hidalgo.

Una de las cualidades más hermosas que tiene el ser humano es la gratitud, lástima que la practiquemos tan poco.

Gratitud significa reconocer que hemos recibido favores sin pagar un precio por ellos.

Si nos detenemos un momento a pensar, veremos que las cosas más valiosas son las que no se pagan. No se paga el amor

de los padres ni de los hijos, ni de los amigos y mucho menos se paga el amor que Dios nos tiene.

Dios nos ama y cuida de nosotros todo tiempo, seamos agradecidos con él.

Del Diezmo y la Pandemia.

abril 9, 2020

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En Malaquías 3:1-12 encontramos un pasaje por demás interesante. Comienza hablando de un mensajero que entrará súbitamente al templo del Señor, de ofrendas y de un juicio. Luego, se escucha la voz de Dios diciendo que el pueblo se ha apartado de sus leyes y que son malditos porque le han robado.
¿En que hemos robado? – Pregunta el pueblo.
Dios les contesta: En sus diezmos y ofrendas. Luego, les urge a traer los diezmos para que haya alimento en la casa del Señor.
La primera mención del diezmo se cita en Génesis 14:20 y fue Abraham quien tras la liberación de Lot le ofrece en gratitud a Dios el diez por ciento de las ganancias de botín a Melquisedec. Con el tiempo se convirtió en parte de la ley y Dios lo ordenó. (Lv. 27:30) El hombre que no pagaba su diezmo era considerado un ladrón.
Ahora bien, en redes se han podido leer varios post de personas que atacan o intentan desacreditar el diezmo. Uno de ellos, tratando de revocar “la idea” del diezmo argumenta que antes se diezmaba en comida, animals, etc. y no en dinero y aconseja mandar a trabajar a su pastor. Bueno, en cuanto al diezmo diremos que antes tampoco había electricidad, ni un recibo de pago por agua y mantenimiento del santuario. En cuanto a mandar a trabajar al pastor, es precisamente la triste consecuencia de no obedecer la ley de Dios.
En el pasaje que nos ocupa, la casa del Señor está construida; ahora se requiere llenarla para que los sacerdotes y levitas puedan ejercer su trabajo adecuadamente. Nehemías (3:10-12) nos refiere que no se les habían dado sus alimentos a los levitas, encargados del santuario, por lo que ellos y los cantores habían tenido que irse a sus propios campos.
Debo decir que hoy en día como en la antigüedad, quien no da el  diezmo es la clase de persona que ama el dinero por sobre todas las cosas y que quiere ver en qué se emplea hasta el último centavo. Si pudieran le harían la auditoria a Dios. Es el que quiere vivir emocional, física, intelectual, espiritual y económicamente a expensas de los demás sin devolverles nada a cambio. Son los que están dispuestos a pagar clases de karate, una mensualidad que tal vez sea mas del 10 porciento de su ingreso, pero que no esta dispuesta a ser agradecido con Dios quien le ha dado la capacidad de dar esas patadas que derriban al enemigo.
La limpieza del templo, de los baños, del jardín, de los utensilios, de los sacramentos; todo proviene de los diezmos y las ofrendas. Con la misma fuerza que cualquiera que no ama a Dios invita a las personas a no dar el diezmo, le digo que espero que antes de acercarse a un templo, el que sea, piense por un segundo que él personalmente nunca ha contribuido para que ese edificio se levante para adorar a Dios. Ninguna catedral, ninguna basílica, ni templo; se ha erguido por si sola. No debería sentirse orgulloso.
No es el pastor quien lo pide, es Dios. Y aunque el que lo administra es el clérigo, todavía es Dios quien lo pide porque es a través de esos recursos que Dios actúa para mantener en pie su casa. Si usted es una persona que se denomina así misma susceptible. No lo sea. La susceptibilidad no sirve para nada. En la vida hay personas y cosas agradables y otras desagradables, como las teclas negras y blancas del piano, que juntas nos entregan una melodía que se llama vida. Si usted aplicara el mismo criterio que aplica para no dar su diezmo jamás se podría relacionar con nadie.

¿Por que el público protesta en un concierto cuando en un rincón de la sala se oye un murmullo de voces? Porque se ha producido una falta contra la colaboración. Eso mismo pasa en la iglesia hoy. Tristemente, las iglesias funcionan gracias a un porcentaje mínimo de personas comprometidas que han entendido que todo lo que tiene el hombre, Dios se lo ha dado. Que con el fin de que no nos olvidemos y seamos ingratos, el nos ha ordenado tributarle adoración con todo lo que somos y poseemos pues todo, proviene de El y que el diezmar nos previene de ser avaros.
Si en verdad crees en el ministerio al cual asistes, contribuye. Hoy extrañamos asistir al templo y esperamos pronto regresar para aprender, para ser tomados en cuenta para listas de oración y actividades, para que nuestros hijos participen en cuanta actividad infantil se realiza. Para que quien tenga necesitad solicite auxilio ante una tragedia, para bautizar a los hijos, para solicitar un servicio especial para un difunto…pero sin diezmar, eso es robarle a Dios. Es tratar de quitarle, de arrancarle a la mala la bendición que Dios ofrece gratuitamente si tan solo le obedecemos.

Independientemente de si tú crees que el ministro se enriquece con tu 10 por ciento, da tu diezmo y prueba a Dios. El Señor no exagera al decir que las ventanas de los cielos se van a abrir y va a llover bendición sobre ti hasta que sobreabunde. Ahora bien, ¿esa bendición es siempre monetaria? ¿Te harás millonario? La recesión económica está a las puertas. Sin embargo, la bendición que Dios da sobre tu vida es más que dinero en tu bolsa. Es estar en paz con Dios, es tener salud, es ver a tus hijos en el día a día con problemas tal vez, pero con la plena confianza de que la buena voluntad de Dios está sobre ti. Es tener lo suficiente y no la maldición de la sequía que Dios enviará a tu vida porque has sido un ladrón. Retenerlo no te hará ni más rico, ni feliz porque el dinero no es la felicidad. Al dar el diezmo amamos más a Dios que al dinero. Es dejar que Dios Sea nuestro Dios. Es aquí donde Dios camina y pelea junto a nosotros el diario vivir. En el trabajo duro, en el cuerpo cansado, y luego, en el descanso.
El libro de Malaquías comienza describiendo como los judíos, en desobediencia, han llegado a ofrecer sacrificios de animals cojos o enfermos (1:8) se han divorciado de sus esposas para casarse con mujeres paganas (2:11,14). Y es que nunca un pecado viene solo. ¿Has dejado de diezmar?
Cuando la casa esta llena, se auxilia al forastero, a los mas necesitados. La pregunta puede entonces surgir otra vez, ¿Lo necesitan? La respuesta debe ser, Dios nos manda a ayudar al necesitado, sin preguntar. Y las oportunidades estar por venir después que pase la pandemia. No por que creamos que harán mal uso no daremos. Ayudamos porque ese es el mandato de Dios lo mismo que dar el diezmo es obedecerle en todo (Levítico 22:31) Su casa lo necesita y sus siervos también.
Con todo esto, dar el diezmo no esta basado en un par de versículos. Esta basado en nuestro amor y gratitud y en respuesta al amor y a la misericordia de Dios.
¿Cuando llegue el momento de salir de nuestras casas estaremos agradecidos?

Prepara tu diezmo. Que se llene su casa y que haya alimento para todos.

Dale de Comer

octubre 17, 2019

Una de las características de los adolescentes es querer ser tratados como adultos sin perder la posibilidad de actuar como niños. Uno de tantos conflictos en esta etapa es precisamente la comida, ya sea porque comen demaciado o porque se niegan a probar bocado. La palabra “equilibrio” se desconoce mientras que la palabra “obsesión” toma control. Un día odian la salsa catsup, al otro, la aman con todo su ser. Un día van a comer con amigos quesadillas que chorrean grasa, y cuando les vuelves a ver, resulta que les repugna todo lo que la contenga. Lo cierto es que la alimentación en esta etapa es de suma importancia para el buen desarrollo del adolescente y los padres son los encargados de proveer y procurar el buen comer a sus hijos.

La escritura nos relata la historia de Jairo, el padre de una adolescente de doce años que se encuentra muy enferma por causas que desconocemos. Al parecer, un mal día comenzó con malestares hasta el punto de que sus padres temieron lo peor. Jairo, quien era el gobernador de la sinagoga acudió a Jesus tal vez como un último recurso pues cabe la posibilidad de que considerase a Jesus como un hereje ya que al ser una autoridad de la sinagoga seguramente estaría a lado de la ortodoxia judía. Por esta misma razón se cree que Jairo puso su prestigio en entre dicho al venir a suplicarle a Jesus por la sanidad de su hija, y lo que sería peor: permitir que Jesus fuera a su casa. Sin embargo, hizo a un lado el temor de ser juzgado y pidió ayuda. Y es que cada vez que un individuo se enfrenta a Jesús, se enfrenta a una decisión. Por ejemplo, Zaqueo quería ver a Jesus, pero al verlo tenía que ver su propia deshonestidad y explotación.; Lo mismo pasó con Nicodemo, quien tuvo que reconocer su necesidad de nacer de nuevo. Jairo, a pesar de su “rango” se arrodilló ante Jesus en señal de respeto y le rogó que sanara a su hija.
Mientras iban de camino a la casa de Jairo una mujer que había estado enferma por muchos años fue sanada por Jesus pero el momento se interrumpió cuando un sirviente de Jairo llegó con una devastadora noticia: Su hija había muerto; ya no necesitaba molestar más al Maestro.
El evangelio de Marcos nos dice que Jesus le dijo a Jairo “No temas, solamente cree.”A veces, las situaciones con nuestros hijos nos causan temor sobre ellos y su futuro; lo único que nos queda hacer ante una extrema necesidad es lo que Jesus le dijo a Jairo, ¨No temas, confía en mi y estará bien.¨ No hay otra cosa que podamos hacer.

No se registra la respuesta de Jairo ante las palabras de Jesus pero Jairo tuvo que haber tenido esperanza pues a pesar de las malas noticias no abandonó la fe ya que él cumplió con su cometido de llevarle ante su hija.
Al llegar a la casa se encontraron con un zepelio en marcha tal y como era la costumbre. Lo que nos dice que los que llegaron a preparar el funeral se aseguraron de que la niña estaba muerta. Habían tañideras pagadas que lamentaban la muerte de la pequeña, flautistas con melodías desgarradoras, familiares llorando y mucho ruido. Entonces Jesus les dijo:
-¿Por qué hacen tanto ruido? La niña no esta muerta, solamente duerme.
Estas palabras nos hacen pensar en que no obstante la fe cristiana toma el tema de la muerte muy en serio, la muerte es solo un sueño que dura hasta que Dios nos despierte. Cuando Cristo venga, los muertos en Cristo resucitarán primero (1 Tesalonicenses 4:16) Pero la gente que estaba ahí reunida no solo no entendió sino que no querían consolarse. Entonces, se rieron de Jesus con carcajadas de desprecio que llamaron la atención ante el ambiente tan triste y solemne que tanto parecían lamentar.
Jesus no permitió que la gente permaneciera en la habitación donde estaba la hija de Jairo y finalmente contratados o reales, los dolientes salieron de lugar donde se encontraba la niña. No era un show lo que Jesus quería demostrar, sino su poder. Esto nos enseña que si usted o yo somos personas que nos burlamos de las cosas de Dios, Él no tratará de convencernos; simplemente, nos echará fuera y no seremos testigos de su gran poder. No se trata de ver para creer, sino de creer para poder ver.

Tomando consigo a tres de sus discípulos, Pedro, Jacobo y Juan, y al padre y a la madre de la niña, entró en la habitación en donde postrada en una cama yacía el cadaver de la pequeña de 12 años.
Entonces con dulce voz y tomándola de la mano le dijo en la lengua materna de la niña:
– ¡Talitá, cum! Que significa “Niña levántate”
Los expertos nos dicen que fue como el saludo que su propia madre le daba todas las mañanas. Palabras tiernas que vienen de un Dios que entiende el dolor de casi perder un hijo y de un Cristo que sabe lo que es vivir en la dualidad de dos mundos con diferente lenguaje y lo que significa ser bilingüe y todo lo que esto conlleva. Al despertar e incorporarse lo primero que vió fue el rostro de Jesus.
La resurrección de la hija de Jairo sin duda cambió el futuro y la forma de ver la vida de la pequeña, de su madre y de Jairo. Jesus entonces ordenó que le diesen de comer como una señal de restauración completa y añadió :
-No le digan a nadie que ha resucitado.

En este pasaje aprendemos que a veces nuestros hijos no estan en condiciones de suplicar por su propia sanidad física o espiritual pero que Dios premia la fe de los padres que como Jairo, dejan a un lado todo para presentarse delante del Señor y humillados, suplicar su ayuda.
Que todo lo que Jesus hizo en la tierra contribuyó para su propósito de mostrar el reino de Dios. Lo que quiere decir que Jesus esta dispuesto a llegar hasta donde se encuentra nuestra fuente de sufrimiento, que nos comprende y que es discreto.
Que el Señor obrará el milagro completamente si nosotros nos comprometemos a hacer nuestra parte en la vida de nuestros hijos pues el Señor nos ordena que le demos de comer a quien Él ya ha resucitado.

¨…….y El mandó que le dieran de comer.¨  Lucas 8:55

Razones para comer.

marzo 3, 2019

Es bien sabido que la prófuga de la cocina es capaz de abstenerse de comer con tal de no cocinarle a su esposo. Las frases “Tu solo piensas en comer” y “yo no tengo hambre” son las más socorridas. ¡Si lo sabré yo!
Las razones por la cuales el apetito se puede perder son variadas. Un platillo con una pésima presentación puede causar incluso náuseas. Como cuando yo comenzaba a hacer mis primeras recetas y le ofrecía a mi esposo lo que parecía un potaje rescatado de las fauces de un perro.
Otras razones pueden ser las enfermedades y los efectos secundarios de ciertos medicamentos, el uso indebido de sustancias prohibidas y por causas psicológicas como la depresión o trastornos como la anorexia.
Los que estudian nos sugieren algunos consejos para contra restar la falta de apetito:
1. Los alimentos, aunque sencillos, deben ser bien presentados: se digieren mejor cuando la boca se hace agua que cuando entran a la fuerza.
2. Si la causa es la enfermedad será necesario el consejo puntual del médico para tratar las causas desde la raíz.
3. En cuanto al uso de sustancias prohibidas: Absténgase de los venenos. Contra ellos no basta la moderación; se requiere la abstinencia total.
4. Si las causas son psicológicas:
– Combátala con ejercicio. Salga, camine.
– Consuma alimentos que favorezcan la producción de serotonina, tales como el pescado.
– Póngalo en papel. Registre sus sentimientos, por más dolorosos que sean.
– Levante su espíritu. Vaya a la iglesia. En un estudio realizado a más de 4000 personas se descubrió que quienes asistieron tuvieron la mitad de probabilidades de deprimirse y de dejar de comer que los que no fueron.
Yo por mi parte, y como presidenta vitalicia de las prófugas de la cocina les recomiendo casarse con un millonario que les contrate mil cocineras.
En la biblia (2 Samuel 11) encontramos a un hombre que en cierta época de su vida no quería comer. Su nombre era David, un joven pastor que llegó a ser considerado el rey más grande de Israel.
Sus victorias militares hicieron de Israel una nación fuerte pero cuando David decidió quedarse en casa durante una de las batallas cometió adulterio con una de sus vecinas llamada Betsabé quien al poco tiempo le notificó que estaba esperando un bebé de él. Debido a esto, David mandó asesinar al marido de ella; a Urías, uno de sus mejores y más leales soldados con el fin de ocultar su falta. Una vez que consumó el asesinato, trajo a Betsabé a la casa real, se casó con ella y dio a conocer que esperaban un hijo.
Interesantemente, El Señor dejó a David casi un año en su pecado y envió a Natán hasta que nació el bebé. El profeta Natán confrontó a David con la historia de un hombre rico que le roba una oveja a un hombre pobre. David se enfurece tanto hasta que Natán le dice “Tu eres ese hombre” David se arrepiente y declara: “pequé contra Dios” Tres palabras reveladoras que Lo admiten todo. Sin excusas. Tal y como debemos venir ante Dios: simplemente confesando nuestro pecado, aceptándolo abiertamente
Dios le perdona la vida y la relación entre Dios y David queda restaurada, pero el bebé, deberá morir. Recordemos en este momento que el también inocente Urías como el bebé, murió sin deberla ni temerla. Es un perdón que no elimina el castigo, sino que lo acompaña. Y que en los designios de Dios tanto Urías como el bebé alcanzarían la misericordia de Dios y la vida eterna.
Seguramente David deseo morir ¿Porque no fui yo en lugar de un inocente? ¡Yo fui el que adultero!¡ yo fui el que asesinó! David habría de aprender que quien esta en control de todas las cosas es Dios y no él quien tal vez por pensar así, decidió no ir a la batalla.
Poco después el bebé enfermó. David oró a Dios por la vida del niño; y David ayunó e hizo duelo postrado en tierra. Los nobles de su palacio seguramente ordenaron su comida favorita y vinieron a él y lo animaron a que se pusiera de pie y comiera, pero no quiso. Durante siete días el niño empeoró, y David seguía con duelo hasta que un día el bebé murió.
Algunos han dicho que el sufrimiento de David tuvo razón al descubrirse su pecado sin embargo,  el corazón inquebrantable de David solo se rompió al ver a su hijo enfermo. ¿No somos nosotros así? Mientras todo va bien hasta nos sentimos capaces de retar a Dios y decir que sus mandamientos son anticuados y que desobedecerlos no nos traerán mal. Creemos que las consecuencias del pecado las sufriremos solamente nosotros y no nuestra familia, vecinos, y hermanos en la fe. Es aquí donde el sufrimiento traerá crecimiento si reconocemos que Dios es quien sabe lo que nadie más sabe de nosotros. Es quien escudriña todo lo oculto. Quien puede ver nuestras fallas pero también nuestro dolor.
Cuando el niño muere, las personas más allegadas temían decírselo a David porque se decía el uno al otro: – Cuando el niño aún vivía, le hablábamos y no quería oírnos; ¿Cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto?
Cuando David lo supo se levantó del suelo y se bañó, se perfumó y se cambió de ropa. Fue a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió.
Este es un pasaje que me roba la atención porque de no haberse levantado David podría haber caído en depresión o cometer alguna locura. Sin embargo, David entiende que no hizo lo correcto y que aun en la pérdida Dios está presente para restaurarle, y que el volver a comer -confiando en Dios- es una bendición; pues tener algo en la mesa evita que el dolor de la pérdida te coma a ti. Además, como bien lo explicara David, el no comer no traería de vuelta al niño. David aceptó su muerte y tuvo esperanza de verle nuevamente algún día.
Mas adelante David lo pone en papel. El Salmo 51 nos describe no a un David deprimido o atormentado por la pérdida sino a un David que ha sido perdonado y purificado, que ha crecido y que desea adorar con todo su ser.
Si has perdido el apetito por enfermedad, dolor o tristeza, levántate, encamina tus pasos hacia la casa de Dios, escribe tus penas en un diario de oración y luego come, come delante de Dios y se agradecido.

“El que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia.”
Salmo 136:25

Haciendo los Mandados

febrero 9, 2017

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Una prófuga de la cocina que se precia de serlo debe reconocer que nunca tiene los ingredientes necesarios para cocinar. Esto se debe mayormente a que  como siempre pospone la hora de hacer la comida, pues ya a las carreras se ve obligada a  hacer lo que sea, y en ése “ahorita les preparo” se da cuenta  que algo le hace falta.

A veces, son ingredientes sin importancia, pero en otras se trata del ingrediente principal.  ¿Cómo lo sé? Bueno, es algo que me viene de herencia ya que lo aprendí de mi madre, ya sabes…. «ahorita les preparo unos taquitos con salsa”, y resultaba que no había ¡ni jitomate! O que tal: “Ahorita les preparo unas tortas de jamón”, pero no había pan.

Lo terrible de estas situaciones es que a los hijos menores  nos mandan a hacer tales  mandados pues los y las hermanas mayores, siempre tienen el argumento preciso para negarse rotundamente a ir; además, ¿para que estamos las hermanas menores si no es para ser regañadas  y hacer los mandados?

          Sonia, ve por las tortillas.

           ¿Y por qué siempre yo? ¿Por qué no mandas a Alma? ¡Ya estoy harta de que siempre me mandes a mi! ¡No quiero ir!– Le contestaba desafiante a mi madre.

Como la mayoría de las mamás, mi madre poseía el arte de la persuasión que aplicaba sobre mi persona en seis etapas: La primera era la convicción profunda,  “Vas a ir”; la segunda era el aplomo, “¿O crees que yo te tengo miedo?” En  la tercera etapa me hacía creer que yo saldría ganando  “…y ya que estás con esas ganas pasas a comprar además los refrescos y el pollo para mañana ”; En la cuarta etapa me daba tiempo para pensar y actuar, “Te levantas, o te levanto”; En la  quinta, evitaba el antagonismo “le voy a decir a  tu papá cuando venga”; y en la sexta y última simplemente creaba el deseo , “Te voy a dejar caer unos chanclazos y de todos modos vas a ir.”

Ante tales circunstancias no me quedaba de otra que con bolsa de ixtle en mano ir por las tortillas.  Con naturalidad, con la frente en alto y una sonrisa en los labios; sin  quejas, sin berrinches ni gestos bruscos o violentos.  

Mientras hacia la fila para las tortillas meditaba en mi condición.  ¿Por qué debía yo de ser reducida a una simple mandadera todos los días? Yo había nacido para ser algo grande en la vida y no para estar ahí hacienda fila con la servidumbre que suspiraba por el despachador de tortilla de cabellos díscolos llamado Pedro. Y es que,  al tiempo que cumplía con mi deber, podía escuchar las conversaciones y las risas coquetas de las aspirantes. ¿Habría alguna ganancia extra además de llegar cansada y con las manos marcadas por lo pesado de la bolsa?

En la escritura encontramos  a un padre que manda a su hijo menor a hacer un mandado.  (1 Samuel 17) Su nombre era Isaí y el nombre de su hijo era David a quien envió para averiguar cómo se encontraban  tres de sus hermanos en el ejército, y de paso, llevarles una bolsa de trigo tostado, pan y queso. David obedeció a su padre y viajó desde Belén hasta las filas del ejército. Mientras conversaba con ellos, el gigante Goliat salió al frente del campamento enemigo y desafió de nuevo al ejercito de Israel.

Los filisteos, el principal enemigo del pueblo se había preparado para atacar a Israel. Los ejércitos de ambos países se encontraban entonces  acampando uno frente al otro, listos para entrar en batalla. Todos los días, el gigante salía para burlarse de los israelitas y para provocarlos a pelear  pero nadie se atrevía a enfrentarlo pues les parecía  imposible derrotar a Goliat y a los filisteos.

Entonces David, al escuchar el desafio de Goliat y las conversaciones temerosas del ejército israelí preguntó  con convicción “¿Quién es este hombre que habla con tanta soberbia contra el ejército del Dios vivo? ¿Por qué no sale alguien a derrotarlo?” Eliab , el hermano mayor de David reaccionó ante las palabras de David y después de regañarlo  le recuerda que su lugar esta cuidando las ovejas y no  viendo lo que pasa en el  campo de batalla. Pero David no presta atención a las palabras ofensivas de su hermano y evitando el antagonismo,  les persuade haciendo  uso del aplomo,“ Yo mismo iré a pelear contra él.” (vr. 32) Les hace ver que el pueblo de Israel saldrá  vencedor, “El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo.” (vr. 37) Por si fuera poco, piensa y  actua como debería pensar y actuar el rey de Israel. (vr. 38) y por ultimo visualiza y crea el deseo, “Todos los que estan aquí reconocerán que el Señor salva sin necesidad de espada ni de lanza.” (vr.47)                                                                         

Aunque la mayoría de quienes han escuchado esta historia relacionan el triunfo final con el certero hondazo de David sobre Goliat lo cierto es que David en todo momento le da la Gloria a Dios diciendo “De Jehová es la batalla.”

¿Quién lo diría no? que por hacer un mandado, llevando queso y pan, daría  el primer paso para darse  a conocer como el guerrero mas grande de Israel.

¿Qué aprendemos de esta lección?

Que en ocasiones, la voluntad de Dios se da a través de lo que alguien nos pide  hacer por  y para otros. Que la victoria no es siempre para el más fuerte o el más grande, sino para el que odebece a la voz de Dios. Que  el corazón humilde es el terreno principal donde se desarrolla la obra de Dios y que aunque la batalla es del Señor, es necesario ir y pelearla. Que no debemos esperar entenderlo todo, pues   los pequeños “mandados”  que hagamos nos pueden llevar al lugar que Dios ha planeado para servirle y ser de bendición para muchos.

«Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.»  1Reyes 11:38

 

 

 

 

 

Boda Cancelada

abril 16, 2016

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¡Qué feliz soy, amor mío!
pronto estaremos casados,
el desayuno en la cama,
un buen jugo y pan tostado.

Con huevos bien revueltitos,
todo listo bien temprano.
Saldré yo hacia la oficina
y tú rápido al mercado.

Pues en sólo media hora
debes llegar al trabajo,
Y seguro dejarás
todo ya bien arreglado.

Tú bien sabes que en la noche
me gusta cenar temprano.
Eso sí, nunca te olvides
que yo vuelvo muy cansado.

Por la noche, televisión,
Películas y fútbol.
No iremos nunca de shopping,
ni de restaurantes caros,
Ni de gastar los dineros,
ni despilfarrar con la tarjeta de crédito..

Tú guisarás para mi,
sólo comida casera.
Yo no soy como esa gente
que le gusta comer fuera…

¿No te parece, querida
que serán días gloriosos?
y no olvides que muy pronto,
yo seré tu amante esposo.

RESPUESTA ESCRITA POR ELLA

¡Qué sincero eres, mi amor!
¡Qué oportunas tus palabras!
Tú esperas tanto de mí
que me siento intimidada.

No sé hacer huevos revueltos
como tu mamá adorada,
se me quema el pan tostado….
de cocina no sé nada.

A mí me gusta dormir
casi toda la mañana,
ir de shopping, hacer compras
con la Mastercard dorada.

Tomar té o el cafecito
en alguna linda plaza,
comprar todo de diseño
y la ropita muy cara.

Conciertos de Luis Miguel,
cenas en La Guacamaya,
mis viajes a Cancùn
a pasar la temporada.
Piénsalo bien, aún hay tiempo,
la iglesia no está pagada.
Yo devuelvo mi vestido,
y tú, tu traje de gala.

Y el domingo bien temprano
para empezar la semana
pon un aviso en el diario,
con letra bien destacada:

«HOMBRE JOVEN Y BUEN MOZO
BUSCA ESCLAVA BIEN TORNEADA
PORQUE SU EX FUTURA ESPOSA,
HOY DEJA ESTA BODA CANCELADA»

 

*Desconozco el nombre del autor de esta maravilla y admito
que para fines de este blog he cambiado la frase final.-SH

De la Cama al Servicio.

marzo 19, 2016

 

“Enero y febrero: desviejadero,  ¡ Viviré un año mas!”

Era lo que mi abuela decía cada año,  y ansiosa, esperaba la llegada de la primavera. Aunque consciente de que Matusalén  murió por la ley de la grave-edad , mi abue con sus mas de 80 años lo celebraba por todo lo alto y es que bien se sabe  que en los meses de frío intenso los catarros pueden llevar a los ancianos a “pasar a mejor vida.” Esa era, en parte, la razón por la cual ella era un experta en temas de remedios caseros para aliviar el catarro y las friebres.

En cuanto a como contrarrestar la fiebre mi abuela echaba mano de dos  procedimientos básicos: Refrescarse y sudar.  Refrescarse, al tomar un baño con agua tibia para ayudar a bajar el calor corporal así como la alternancia de trapos húmedos  y fríos en la nuca y frente. Sudar, con una taza caliente de té de jengibre o con un caldo colorado bien picante por aquello de las bondades de la capsaicina. Pero cuando ella era la enferma, la situación era de lamentarse porque con fiebre y todo tenía ella misma que aplicarse los remedios y a su edad era super complicado caminar hasta la cocina para prepararse al menos el té. Y aunque la cocina era lo suyo, alguna vez la escuché quejarse por teléfono  “Me siento tan mal que quisiera tener la cama cerca de la estufa”20160319_214636_001-1

Ya sé que estarás pensando lo mismo que yo: ¿Por qué no me se ocurrió a mi antes?,  y es que a todas en algun momento de nuestra vida, especialmente si tenemos hijos pequeños y estamos enfermas, cansadas y sin dinero quisieramos solamente alargar la mano y hacer de comer desde la cama, ¿No es cieto?  Es mas, desde este foro  le ofrezco  a nuestros amigos arquitectos que me honran al leer este humilde blog la idea de una cama secreta en la cocina; no sé, en alguna alacena, detrás de la puerta o ya de plano debajo de los anaqueles para ser usada en estos casos.

Lo cierto es que para algunas de nosotras,  la casa y sobre todo la cocina,  se ven aun mas afectadas cuando estamos enfermas y por poco que hagamos la casa no funciona igual.

En la escritura encontramos a una mujer que tiene fiebre y que es sanada por Jesus mismo (Mateo 8:14-18).  Ella era la suegra de Pedro y el milagro de su recuperación se  describe – aunque brevemente- en tres evangelios.

El evangelio de San Marcos y el de San Lucas nos dicen que después de salir de la sinagoga Jesus fue a casa de Pedro, al parecer para tomar un descanso. Al entrar a la casa Jesus ve a la suegra de Pedro postrada en cama. Entonces Jesus se acerca, le informan que tiene fiebre y le ruegan que la sane.

Algunos comentaristas nos dicen que probablemente se trataba de fiebre de Malta o incluso de Malaria tan común en aquellos tiempos. Sin embargo, algunos otros nos indican que podría haberse  tratado de algo diferente ya que la palabra usada por Jesus al reprender la enfermedad es la misma que se usó para reprender un mal espíritu. Interesante,¿No?

Normalmente, la fiebre indica que el cuerpo se encuentra luchando contra alguna infección. Pero también, puede ser el resultado de preocupaciones, temores y ansiedades. De este modo cuando algo se encuentra oculto y no podemos o no queremos decirlo, nuestro cuerpo puede expresarlo también asi.

¿Sería esa la razón por la cual Jesus le toca las manos y no la frente o la cabeza? ¿La fiebre sería un indicativo de que algo le molestaba? ¿Acaso tendría ella algun problema con el servicio a sus semejantes? Recordemos que en ningun momento se nos dice que ella se encuentra grave. Es mas, ella no pide ser sanada. Jesus es quien la ve al entrar a la casa  y se acerca a ella.

Si ese fuera el caso, quiero decir que en mas de alguna ocasión creo haberme sentido como la suegra de Pedro: “¡Me voy a acostar, me siento mal y háganle como quieran!” También, debo decir que he pasado por  momentos en los que he creído tener razones suficientes para ir a la cama con tremenda fiebre y no servirle a mi Señor. Pero los años y la fidelidad de Dios me han enseñado que en el servicio siempre encontrarás tropiezos, desiluciones, injusticias y  gente que no ayuda. Que por momentos sentirás que tu eres el único ser en el planeta que carga con todo. Y en parte se debe al hecho de que hay congregaciones en las que en lugar de bancas hay camas- imaginariamente hablando,¡ Claro!- Todo mundo tiene fiebre y solo unos pocos son los que sirven.

Sin embargo, recordemos que Jesus tocó sus manos y se levantó  a servir.

¿Cómo o qué le sirvió a Jesus y sus discípulos cuando fue sanada? No lo sabemos. Tal vez, un vaso de agua solamente  o quizás les preparó un mole o algo mas complicado. Lo cierto es que de la cama ella  saltó al servicio y lo que en un principio al leerlo nos muestra un escenario oscuro y silencioso ahora se llena de ruido y alegres vaivenes provocados por esta anciana mujer.

Qué maravilloso es tener a un Dios como el nuestro para quien el género  y la edad no son un obstáculo . En su casa hay lugar para todos y todos podemos ser útiles. Él, nos ve y sabe lo que nos aqueja y como curarlo.

Querido lector: La casa de Dios, tu vida y la comunidad en la que vives no funcionan igual sin tu servicio dedicado al Señor.¡ Hay tanto por hacer! ¡Tanta necesidad que nos rodea! El mejor servicio a Dios es el que no busca ser recompensado con nada. Busca servir en el voluntariado. Si Dios ha hecho algo por ti, tienes que hacer algo por Él através de tu servicio a otros como lo hiciera la suegra de San Pedro y si tu salud no anda del todo bien permite que Él  toque tus manos y te libere del mal.

Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres”

Efesios 6:7 NVI

 

febrero 12, 2016

dos que uno

Mejor son dos que uno

(Eclesiastés 4:9)

Para soñar, para reír,

para hacer planes y no dormir.

Para llenar el hogar de amor y comprensión,

para hacer dieta y ejercicios

y anticipar la llegada de un hijo:

Son dos,  mejor que uno.

 

Para alimentar el alma con cólicos y mimos

y para volver a ser niño;

Para pasear y abrigar

y las maravillas del mundo enseñar

Son dos, mejor que uno.

 

Para tenerles en los brazos,

para acariciarlos y besarlos

y a la escuela llevarlos.

Para pensar y dibujar

con mil proyectos a la par.

Para mostrarles al Redentor

y la fe,

y el amor….

Son dos, mejor que uno.

 

 

Para verlos partir,

para que sean independientes

para que triunfen y maduren

y sus sueños perduren.

Para adorar y dar gracias 

por todo lo provisto:

Por los padres, por los hijos

Son dos, mejor que uno.

 

Para viajar y volver a creer,

para cambiar y retomar,

para perdonar y orar

para discutir y valorar

para desayunar y por la tarde el café tomar:

Son dos, mejor que uno.

 

Para ofrecer un remedio

cuando se comienza a estar enfermo;

para encontrar alivio,

los lentes y un buen libro.

Para llorar en un cementerio por padres

e hijos que se han ido:

Son dos, mejor que uno.

 

Para colocarse el sombrero 

y alcanzar un florero;

para recordar…

para compartir….

para ser feliz hasta el fin:

son dos, mejor que uno.

 

-Sonia Hidalgo

Vitamina D

enero 15, 2016

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Porque ya no me cuezo al primer hervor,  y porque lo esencial es invisible a los ojos me fue necesario visitar al doctor en dias pasados.

De modo que ahí me tienes sentada en la sala de espera del consultorio aguardando a que llegara el Sr. Doctor.

Después de varios minutos hizo su aparición saludando rápidamente para luego sentarse  frente a la computadora  y  revisar mi expediente. Pasados varios segundos me dí cuenta que el doctor tenía la gracia del zancudo: por momentos hacía una aparición repentina para hacerme alguna pregunta y luego, apenas quería yo ahondar en la respuesta, se desaparecía detrás de la enorme  pantalla cortando así toda posibilidad de sacar a luz todos mis males.

-Dígame, señora…..Samayari , ¿Cómo se ha sentido últimamente? ¿Algún cambió?

– Es Samayoa, y no es mi apellido sino el de mi esposo, así es que no es mi culpa.- Ambos sonreímos–

-…..Pues así que digamos cambio, cambio……¿Cómo cual?

– Lo que quiero saber es si se ha sentido en algun modo diferente señora Samoyoare.

-Samayoa. – Le corregí con delicadeza- Pues no, realmente no…..ahora, que si se refiere a…..bueno, que ya pasé de los 45  y que es muy probable que la meno…

– ¡No la nombres! Que si la llamas se te aparece…..

En ese momento los dos soltamos la carcajada pues fue obvio que ni el quería ser tan directo y yo no quería ¡ni nombrarla!

Ahora bien, no pretendo contarte en este espacio el nivel de mis hormonas porque yo considero  que ese tema solo lo he de tratar con el Dr. y en momentos desesperados, con Dios. Tal vez pienses que soy anticuada, pero para mí es de mal gusto dar a conocer con lujo de detalles a medio mundo a través de las redes y de blogs como éste los síntomas de la menopausia.  ¿A quién le importa?

– Pues bien, señora Samiyeo…

– ¡Samayoa!- Insistí.

-… los resultados de sus examenes arrojan  que esta usted baja de vitamina D.

Debido a que era obvio que el Dr. tenía un problema con las letras y para estar segura le pregunté,

-¿Vitamina E?

-Vitamina D, con «D» de Dios señora Sameyouri.

En fin……

Salí del consultorio tarareando “ Te hacen falta vitaminas” y  preguntándome solo dos cosas. La primera,  qué tan malo sería estar baja de Vitamina D;  y la segunda, si el doctor sufriría de algún tipo de dislexia.

Como ya te podrás imaginar al llegar a casa indagué sobre dicha vitamina  y descubrí primeramente que la palabra vitamina proviene del Latin Vita, que significa “ Vida.”

Fue interesante descubrir que había sido obvio para la raza humana-desde los tiempos más primitivos- que los diferentes alimentos tenían influencias buenas o malas para la salud; sin embargo,  fue hasta el final del siglo XVIII cuando Lavoisier exitosamente demostró que los seres humanos y los animales eran una especie de  máquinas térmicas cuyo combustible eran precisamente los alimentos. Y finalmente aprendí que fue hasta antes de la primera guerra mundial cuando se logró aislar la vitamina A, y en 1919 la vitamin D fue decubierta por  Sir Edward Mellanby. Descubrimientos que mas tarde traspasaron las paredes de los laboratorios y se convirtieron en un tema político en Inglaterra al descubrir que el 41 por ciento de sus militares teoricamente en su mejor momento físico, resultaron no solo en mal estado de salud sino no aptos a causa de la desnutrición, ya que la falta de vitamin D da como resultado la descalcificación de los huesos, caries dental y hasta raquitismo.

De ahí  su importancia para el crecimiento, la salud, el metabolismo y el bienestar físico ya que es vital para la absorción del calcio y el fósforo en los huesos; también, fomenta la normal contracción  de los músculos y apoya el sistema nervioso.

La vitamina D se encuentra en pequeñas cantidades en el atún, el salmón, las sardinas y los lácteos. Pero principalmente  es fabricada por nosotros mismos ya que es sintetizada por la piel  cuando ésta se expone a los rayos del sol.  Razón por la cual, además de recetarme varias unidades de vitamin D el Dr. me sugirió tomar el sol unos minutos diariamente:

“¡Expongase al sol señora Samayurra! Es todo lo que necesita.”

 

El Salmo 84:11 dice “El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha.” (NVI)

Es maravilloso saber que nuestro Dios es sol  y que nos da vida con cada salida del astro rey  literalmente hablando.

Sin su intervención, no tendríamos alimento en nuestras mesas  pues la agricultura sería un fracaso . Los seres humanos necesitamos ser muy necios para no reconocer, que  con cada respiro que damos, Dios nos dice: Yo Soy, y tu existes gracias a mi. Pero aun mas, Él es Sol de Justicia y al exponernos ante su presencia  recibimos sus rayos de esperanza  y luz para andar los caminos mas oscuros.

Estar en contacto con Dios nos protege de las enfermedades del alma pues el calor de la presencia de su Espíritu es capaz de derretir el corazón más duro. La carencia o insuficiencia de  su presencia nos ocasiona graves trastornos: nos envejece, nos descalcifica  y no nos permite avanzar  ni pelear  las batallas que se nos presentan en la vida para alcanzar  el honor y la  gloria que sólo el Señor nos  ofrece .

Como muchos otros salmos éste nos habla de la peregrinación del pueblo de Israel y de su deseo por  regresar a los atrios de Dios (Vr. 1-2) Deseo que debemos hacer propio ya que  reconocemos que solo somos peregrinos en este mundo el cual no es de ninguna manera nuestro hogar sino hasta que lleguemos a su templo o morada celestial. Mientras tanto el nos dará las fuerzas dia con dia para alabar y bendecir su nombre ¿Qué mejor lugar hay para recibir una buena dosis de vida eterna que sus atrios?

¡Que  asombroso es saber que el sol, tan lejano de nosotros nos dé calor y vida! Así es nuestro Dios, Poderoso , Omnipresente, Inmutable.

Si te sientes morir, si deseas crecer, si dentro de tus propósitos de año nuevo esta el mantenerte en forma, mejorar tu salud y cambiar tu estado de ánimo, lo único que necesitas es tomar unos minutos al dia para en contacto con Él a través de la lectura de su palabra y la oración.  Obtendrás como resultado a Jesús mismo viviendo su vida a través de tu piel y también, vitamin D, «con D de Dios.»

“Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.”  Proverbios 3:8