¿Qué vamos a comer mañana?

Bilha era una mujer  que no se preocupaba por nada y mucho menos por hacer la comida.  ¿ Para qué esforzarse? Una tarde, mientras tomaba un cafecito con su amiga, ésta le preguntó : «¿Qué vas  a  hacer de comer mañana?»

– ¿Qué pregunta es esa amiga? ¡Pues claro que todavía  no sé! Es muy temprano para estar pensando. -le contestó mientras le untaba mantequilla a otro bizcocho.
– ¿Cómo crees? Ya deberías de estar macerando , o hirviendo algo. Veamos que tienes en el refrigerador…..

Después de verificar  que el refri  de Bilha lucía con mas espacio  que la película Gravity,  le sugirió:

-Deberías de planear tus comidas y que sean variadas.

-¡Ay amiga!  ¿Variadas? ¿Para qué? ¿qué sabe el estomago de variados  platillos? No amiga, lo que el estomago quiere es llenarse y nada más. -Le contestó.

-¿Qué no te da ansiedad no saber que habrás de comer al día siguiente?

-Pues no. ¿En serio crees que debería de preocuparme?

-¡Claro! Y para que no te preocupes te voy a hacer un menú.

-Por fin….¿Me preocupo o no me preocupo?

El caso es que su amiga, que era mas larga que la infancia de Heidi, se puso manos a la obra elaborandole tremendo menú y lista de compras para tres meses.

Otra de las muchas virtudes que poseen las prófugas de la cocina es que nunca se preocupan por el mañana; si comimos hoy, con eso basta. Mañana será otro día para olvidarnos de descongelar el pollo, o para salir corriendo a comprar los bien socorridos bisteces que serán lanzados al sartén sin mas contemplaciones que la sal y  la pimienta.

Sin embargo, «¿Qué vamos a comer mañana ?» Es la pregunta que mas se escucha en cada hogar.  Para algunos la pregunta se hace por simple curiosidad pues se cuenta con los recursos económicos para escoger el menú. Para otros la pregunta tiene que ver con la incertidumbre que se tiene debido a la escases. La situación se complica aun mas cuando se ha perdido el trabajo o la fuente de ingresos ha disminuido. Entonces, con pesar nos preguntamos,  ¿Qué vamos a comer mañana?

Jesus aborda este tema en el Sermón del Monte (Mateo 6:25-34)  y nos pide que evitemos el afán y la ansiedad. Que hagamos a un lado la preocupación que nos paraliza y que nos hace pensar que no estamos haciendo lo suficiente para ganar el sustento diario. Su sentencia no tiene la intención de atentar contra nuestra dignidad humana pues mas adelante dice  que “…el Padre sabe que tenemos necesidad”, de igual manera, tampoco aboga por la negligencia o el descuido; mas bien,  nos previene de estar tan preocupados que perdamos de vista su grandeza.

Dios es Espiritu, razón por la cual si no estamos en sitonía con Él se nos hace muy fácil ignorarlo. Pero Él esta aquí. Tan cerca que podemos ver sus cuidados al observar su creación: Las aves y las flores.

Jesus nos dice que si observamos con cuidado veremos que las aves disfrutan del estar con vida  pues aun de madrugada, cuando todavía  no se sabe si saldra el sol o no, ellas  elevan su canto por el dia que Dios les ha ya concedido vivir  y por la tarde agradecen de nueva cuenta la jornada. Confian compleamente en su Creador para el alimento diario.  De las flores necesitamos aprender además a vivir con simplicidad pidiendo a Dios nos ayude a distinguir entre lo que queremos -y solo nos convierte en consumidores- y  entre lo que realmente necesitamos.

Recordemosque la preocupación es improductiva  ya que  por sí sola no traerá jamás el pan a nuestra mesa, además  es peligrosa ya que a causa de ella tomamos decisiones que  lejos de alargar nuestra vida la acortará  pues las jornadas extras de trabajo y  un mal descanso provocado por la ansiedad son una mala combinación para el bienestar de nuestro cuerpo ¿No es la vida más que el alimento? (Vr.25)

Juan Wesley va mas lejos y nos dice que ésta clase de preocupación ofende a Dios,

“…un gran insulto al misericordioso y sabio Gobernador de todas las cosas, ya que sugiere que el gran Juez no hace lo bueno; que no ordena bien todo….que no es suficientemente Bueno para proveer todas las cosas para aquellos que han puesto en Él su esperanza.”

 

Con una economía quebrada como la que padecemos en gran parte de nuestro mundo  se nos hace difícil no ceder a la tentación.  Sin embargo, Jesus no nos sugiere, nos manda no preocuparnos por el mañana. ¿Seremos capaces de vivir en esta radical dependencia hacia Él? Las aves lo son.

Dejemos que sea Dios quien supla nuestras necesidades. Planeemos nuestros dias en alabanza y confiemos plenamente en Él. Él nos ve, Él lo sabe. Baste a cada día su propio afán.

«No vivan preocupados por tener más dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho en la Biblia: «Nunca te dejaré desamparado».» TLA

  -Hebreos 13:5